Ambos equipos, integrantes del grupo F, llegaban al partido necesitados de puntos, tras empatar en su feudo el Inter con el Barcelona y perder el Rubín en casa del Dinamo Kiev en la primera jornada de la Liga de Campeones. Pese a todo, el portugués José Mourninho planteó un partido a la italiana, que le pudo haber costado los tres puntos de no ser por la falta de puntería de los jugadores locales.Contra lo que tiene acostumbrados a sus aficionados, el equipo tártaro salió a morder desde el primer minuto, mientras el Inter se las veía y deseaba para frenar las continuadas acometidas rusas. Así, a los once minutos el argentino Alejandro Domínguez aprovechó una dejada del corpulento Bujárov para iniciar una aventura en solitario, que significaría el primer gol de la noche.
Domínguez, primero, regateó al brasileño Lucio; después, se fue en velocidad de su compatriota Samuel y se internó en el área visitante, donde batió al meta brasileño Julio César de un fuerte disparo con la zurda. El golazo del argentino dejó KO al Inter durante varios minutos, y animó al Rubín a seguir probando suerte.

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